Las telas forman parte de la vida en todos los aspectos, es un medio de expresión no solo de prendas de vestir, sino de la mayoría de los artículos con los que a diario tenemos contacto, desde que nos levantamos cada mañana. ¿Te imaginas Levantarte en seda natural todas las mañanas?
El colchón de la cama, las cortinas de la habitación, la alfombra del cuarto de baño, las prendas de vestir e, el calzado, los bolsos, los forros impermeables y muchos más. Es entonces cuando nos damos cuenta que a diario estamos rodeados de telas.
La industria textil tiene el reto diario de satisfacer las necesidades de sus clientes con telas de alta calidad para sus clientes. Debe tener un previo conocimiento sólido de los tejidos, tener amplia experiencia en la clasificación y cuidado de los mismos. Sobre todo reconocer a simple vista cuando se trata de una tela para no confundirla con otra.
En ese sentido, para los expertos en telas y confección, al momento de elegir el tejido es clave para lograr con éxito un proyecto. Pero es importante resaltar, que esta esta elección, no puede depender de un gusto visual, sino del conocimiento de las propiedades de una tela como se mencionó arriba.
La durabilidad, su comodidad al contacto con la piel o a su cuidado y conservación es muy útil para prever su comportamiento y para garantizar su idoneidad en función del diseño y de su uso final.
Para identificar una tela, es importante conocer la materia prima con la que está hecha, sus propiedades de fibra textil con que esta compuesta. En ocasiones las prensas no poseen en sus etiquetados esta importante información para identificarlas, es por ello que muchas telas tienden a ser confundidas con otras como es el caso de la seda.
Aprende como diferenciar la seda natural
La seda natural, es una de las fibras textiles más preciada y más imitada en el mundo textil, de hecho, como dato interesante sirvió como modelo para la aparición de las primeras fibras artificiales.
La primera aparición de una tela como imitación de la seda natural tuvo lugar en 1889 se en la Exposición Universal de París y desde entonces la industria textil no ha dejado de investigar y de sacar al mercado fibras que cada vez se le parecen más.
Para lograr diferenciar y reconocer una seda y evitar confundir a los consumidores, se debe poseer conocimientos básicos de tecnología textil y conocer las pruebas de identificación.
Una de ellas es, la prueba de la combustión, consiste en un método muy simple que nos da información sobre la naturaleza de la fibra que compone la tela. Siempre que la composición sea única, es decir, que no haya mezcla de fibras.
Esta prueba, llamada también análisis pirognóstico, consiste en quemar fibras o hilos de la materia textil que queremos identificar analizando su forma de arder, el olor desprendido y el residuo que produce la combustión.
Mas métodos para saber si tu tela es natural
Otro método, que funciona para para averiguar si lo que tenemos en las manos es seda natural, es quemar algunos de los hilos que la componen. Si arden con dificultad, huelen a pelo quemado y la ceniza es aparentemente sólida, pero al apretarla se deshace, la fibra es natural.
Para comprobar que no se trata de lana, que ante la llama se comporta de la misma manera que la seda, analizaremos la longitud de la fibra y observaremos si es larga. Si disponemos de microscopio comprobaremos que su superficie es lisa.
De esta forma, ya podrás identificar cuando se trata de seda natural o no, no basta con tocar la tela para comprobar ni observarla a simple vista. Hay que probar y hasta oler para saber que se trata de tela fabricada de forma natural o son producto de procesos químicos.
Con información tomada de http://www.fashionlaboratory.org/index.php/es/articulos-de-investigacion/a2-no-es-seda-todo-lo-que-reluce